Seguro de esquí, ¿qué necesito?
Para asegurar la diversión sin preocupaciones por posibles imprevistos es esencial contar con un buen seguro de esquí que te proteja. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber de tu seguro de esquí para disfrutar de cualquier escapada por los remontes.
Tenemos que tener presente que hay muchas cosas que pueden ocurrir dentro y fuera de la pista, al igual que pasa con otros deportes de aventura. Cuando vas a esquiar debes estar preparado por si ocurre cualquier imprevisto que pueda echar abajo tu ansiado viaje invernal.
POR QUÉ CONTRATAR UN SEGURO DE ESQUÍ
Por ello, antes de coger ese avión, debes consultar muy bien qué seguro de esquí se adapta mejor a tus necesidades y, sobre todo, cuáles son sus coberturas. Los accidentes en la nieve pueden ir desde una caída tonta hasta una rotura de menisco que puede ocasionar un verdadero problema. Sin embargo, si cuentas con un buen seguro de esquí puede convertirse en un mal menor.
En caso de que tengan que socorrerte en pista, con el seguro de esquí está cubierta la recogida en pista, la atención sanitaria, el traslado al centro médico, así como las pruebas diagnósticas y medicación que necesites. En muchas ocasiones, en este seguro están cubiertos el reembolso de muletas y medicamentos. Asimismo, también está previsto la devolución del importe del forfait y las clases de esquí si no puedes volver a las pistas y disfrutar de ellas.
Por otro lado, hay que tener mucho cuidado porque si te caes en las pistas y los técnicos te recogen y ofrecen atención sanitaria básica estos gastos no están reflejados en el seguro y correrán de tu bolsillo.
LA IMPORTANCIA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
Otro aspecto a tener muy en cuenta es la responsabilidad civil que debe incluir los seguros de esquí, puesto que una mala caída puede suponer consecuencias para el propio asegurado, pero también para el resto de personas esquiadoras. Por ejemplo, si al caerte golpeas a otro, tendrá que correr por tu cuenta la atención médica y también la indemnización en caso de que la lesión tenga consecuencias más graves para esa persona.
Este tipo de pólizas pueden contratarse en la propia estación o previamente mediante cualquier aseguradora y valorando las coberturas ofrecidas. Hay seguros que, por ejemplo, cubren la pérdida o rotura del material y otros no.